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¿Cómo y por qué nos volvemos adictos?

La adicción consiste, básicamente, en desear algo tan intensamente que no puedas evitar actuar en consecuencia, a menudo en detrimento de tu salud.

En primer lugar, la sustancia adictiva en cuestión cautiva a tu cerebro dándole placer y, más tarde, empieza a corromper tus impulsos normales, como la motivación y el aprendizaje.

Eso es lo que hace que se vuelva un reto cortar con tu adicción, ya sean alcohol, tabaco, otras drogas o sexo.

Profundicemos en cómo funcionan las adicciones…

El sistema de recompensa de la dopamina

Algunas de las principales drogas que causan adicción son los analgésicos opioides (narcóticos), la marihuana y la cocaína. Cuando alguien consume drogas de forma habitual, su cerebro deja de realizar funciones normales y empieza a liberar más dopamina de lo habitual, modificando la química del cerebro, y bloqueando finalmente la reabsorción de la dopamina.

Esto puede provocar una sensación de euforia y felicidad durante un largo periodo, por lo que se convertirá en “la nueva normalidad” de nuestro cerebro, y éste nos pedirá más y más de esa sensación placentera. 

Estas sustancias, además, producen tolerancia. La tolerancia a alguna sustancia se produce cuando, como resultado de su administración continuada, el sujeto presenta menor sensibilidad a ella. Así, la dosis habitual de la sustancia produce menos efectos, con lo que se necesitan dosis más altas para producir los mismos efectos. Así, quedarás enganchado a dosis cada vez mayores e insostenibles para lograr esos efectos que ahora tu cerebro ansía.

No podrás pensar en otra cosa, ni disfrutar de otras actividades. Se ha alterado el funcionamiento normal de tu cerebro y, ahora, todo lo demás te parece aburrido y monótono.

Ahora eres un adicto, y así es como funciona el ciclo de la adicción

Pero, ¿lo que se encargaba de controlar el placer no era la dopamina? ¿Tiene algo que ver la dopamina en todo esto? Pues sí, el sistema de recompensa de la dopamina desempeña un papel importante en la sensación de placer que se consigue tras consumir una droga, pilar fundamental de la trampa que supone el ciclo de la adicción.

La dopamina es un neurotransmisor, y aumenta la respuesta del cerebro cuando se expone a un estímulo gratificante. Así, las estructuras conectadas al sistema de recompensa están presentes a lo largo de las vías de la dopamina en el cerebro.

Básicamente, lo que ocurre es que las neuronas que componen el sistema de recompensa se comunican a través de la dopamina en diferentes regiones del cerebro. El área productora de dopamina, la VTA, se comunica a su vez con otra zona, el núcleo accumbens. El núcleo accumbens, a su vez, conecta con otra zona, el estriado ventral, y tiene una fuerte conexión con la recompensa y la motivación.

Pero, por qué existe este sistema, si nos hace tan vulnerables a algunas sustancias. Es un sistema esencial. Las funciones principales del sistema de recompensa de la dopamina son producir un aprendizaje inducir al comportamiento de aproximación al provocar emociones con valor positivo Es el sistema que nos recompensa ante la motivación, el aprendizaje y otros estímulos placenteros.